Es un asunto vivo. Nuestros políticos lo usan como arma arrojadiza contra el rival y en el blogging se practica más de lo deseable. Hablamos del plagio y, más concretamente, del plagio de contenidos, una práctica que encierra numerosos riesgos para los profesionales del marketing de contenidos.
Contenidos del post
Don’t imitate, fusilate
A muchos os sonará aquél eslogan de Hugo Boss que a finales de los `90s abogaba por la innovación. Este que veis aquí es la parodia que mi partner creativo de entonces empleaba con sorna a la hora de afrontar una nueva campaña de marketing.
Confieso que he copiado. Que tire la primera piedra quien no lo haya hecho alguna vez. Para escribir este post he estado tentado de reproducir literalmente un artículo de Matías Alonso que me ha encantado y que me ha servido de inspiración: ¿Por qué es importante evitar el plagio de contenidos?
Una vez citada la fuente, me siento liberado para emprender mi propio camino, esto es, hablar del plagio sin plagiar, generar contenido propio… crear y volar libre, en definitiva.
Es importante reseñar que citar literalmente la fuente no te da patente de corso para fusilar artículos enteros. Las citas a otros autores, como bien saben nuestros colegas blogueros, han de tener sentido en el contexto de nuestro propio escrito y han de venir entrecomilladas indicando claramente el autor.
Aclarada esta buena praxis, es importante también advertir de los riesgos del plagio de contenidos. Aparte de la mala reputación online que te puede acarrear si el plagio es comentado y amplificado en redes sociales, existen otro tipo de consecuencias negativas para tu site. Las vemos a continuación:
Cómo influye el plagio de contenidos en tu blog o web
Plagiar, copiar, fusilar, hacer copy-paste… en esencia es todo lo mismo e igual de deshonesto. La única diferenciación reside en que puede ser un plagio consciente o inconsciente.
Por ejemplo, imaginemos que tienes un blog de marketing y que necesitas publicar contenido de modo urgente… pero no tienes tiempo material para investigar, documentarte y, finalmente, escribir.
La tentación de “pedir prestado” un párrafo de aquí y otro de allá, y publicarlo todo como si fuera tuyo, es demasiado atrayente. En tal caso, estaríamos incurriendo en un plagio consciente.
Plagio inconsciente sería, en cambio, cuando publicamos como propias algunas teorías, ideas o argumentos que tenemos en mente, sin ser conscientes de que tales teorías han llegado hasta ahí a través de la lectura o visualización de contenidos ajenos.
Consciente o inconsciente, cuando el algoritmo de Google determina que todo o parte de tu contenido publicado es producto de un plagio, las consecuencias serán siempre negativas. Así es como afecta el plagio de contenidos a tu blog o web:
- Tu posicionamiento y visibilidad se verán perjudicados.
- Los motores de búsqueda no pueden evaluar bien la relevancia de tu página.
- Habrá errores en la indexación de tu web.
- Y lo peor, en caso de reiteración en el plagio, puedes ser acusado y tu web o blog retirados definitivamente de los resultados orgánicos.
Demasiados riesgos para jugártelo todo a la baza del copy-paste.
Lánzate a crear contenido propio
Todos conocemos la teoría: hay que tener un blog y alimentarlo de contenido único y relevante. Dicho así parece fácil, pero entendemos la dificultad de llevarlo a la práctica. Máxime si trabajas en la industria B2B y tu empresa te exige encauzar todo tu esfuerzo hacia ventas cortoplacistas.
El blogging es una disciplina que requiere algo de tiempo y metodología. Para esto último, aquí tienes una fórmula sencilla para escribir un post. Son 9 pasos que, según vayas avanzando con tu blog, irás aplicando de forma automática.
¿Te sientes ya preparado y motivado? Entonces lánzate a escribir:
- Sé original y único.
- Don’t imitate!
¡Gracias por comentar y compartir!
SÉ ORIGINAL, DEJA TU SELLO PERSONAL, THINK DIFFERENT!
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